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Tipos de maltas para hacer cerveza artesanal

De la tierra brota la cebada, de la cebada se elaboran varios tipos de maltas para hacer cerveza. Que además de ser esencial para la producción, tiene propiedades nutritivas.

El proceso de malteado consiste en sumergir los granos de cebada en agua para que germinen, desarrollando enzimas que convierten el almidón en azúcares fermentables.

Luego, los granos se secan en un horno para detener la germinación, y finalmente se tuestan a diferente temperatura según el tipo de malta deseada, lo que afecta el color y el sabor de la cerveza.

En este artículo veremos los diferentes tipos de Malta para hacer cerveza artesanal, sus características principales que le aportan a cada estilo y receta. Sigue leyendo

Beneficios nutricionales de la malta

La malta aporta proteínas vegetales, vitaminas del grupo B, ácido fólico, lisina y minerales como el hierro y el calcio, que son particularmente beneficiosos para jóvenes en edad escolar y madres lactantes.

Además, los filósofos y médicos griegos como Platón e Hipócrates ya recomendaban el consumo de cereales por su capacidad para mejorar la concentración y la salud física​

Tipos de maltas y sus características principales

Existen distintos tipos de maltas, cada una con características únicas que influyen en el color, sabor y cuerpo de la cerveza. A continuación, se presentan algunas de las maltas más populares utilizadas en la elaboración de cerveza artesanal.

Diferentes tipos de malta para hacer cerveza artesana
Cerveza artesana de trigo (craft beer)

Malta Pilsner

La malta Pilsner es una de las maltas base más claras, utilizada principalmente en cervezas lager y pilsners. Proporciona un sabor limpio y ligero, con un toque suave a pan o galleta. Su bajo nivel de coloración (aproximadamente 1.5-2.5 Lovibond) permite la creación de cervezas de tonos dorados claros, sin interferir en los sabores provenientes de otros ingredientes, como el lúpulo.

Malta Vienna

Esta malta de color dorado profundo aporta un sabor delicadamente malteado, con notas a pan tostado y un suave dulzor. Es una opción clave en estilos como Vienna Lager, pero también se usa en otras cervezas ligeras. Con un color de entre 3-4 Lovibond, la malta Vienna añade complejidad sin abrumar el perfil de la cerveza.

Malta Munich

La malta Munich destaca por su color ámbar y su sabor intensamente malteado. Contribuye a cervezas robustas como las Bocks y Doppelbocks, añadiendo sabores a pan recién horneado, galletas y un ligero dulzor. Con una coloración que varía entre 8-15 Lovibond, es ideal para estilos donde se necesita un cuerpo más pleno y un carácter dulce malteado dominante.

Malta Caramelo (crystal o cristal)

Conocida por sus dulces notas a caramelo, miel o toffee, esta malta carameliza sus azúcares durante el proceso de malteado, aportando mayor profundidad de sabor y color. Varía mucho en términos de color (10-120 Lovibond) y es utilizada en una amplia gama de estilos, desde IPAs, Pale ale, hasta stouts, donde se busca dulzura residual y una sensación en boca más rica.

Malta Chocolate

La malta chocolate ofrece un sabor tostado profundo, con intensas notas a cacao y café. Es esencial en cervezas oscuras como Stouts y Porters, donde el color oscuro (200-400 Lovibond) y los sabores tostados juegan un papel fundamental. Aunque su intensidad puede ser elevada, se utiliza en pequeñas cantidades para evitar un amargor excesivo.

Malta Tostada (Roasted Barley)

Aunque no es técnicamente una malta, la cebada tostada se usa frecuentemente en estilos oscuros para añadir un color negro profundo y un sabor intensamente tostado. Con notas a café fuerte y cacao, su coloración alcanza hasta 500 Lovibond. Es común en Stouts y Porters, y proporciona un amargor seco que equilibra la dulzura de otras maltas.

Malta Melanoidin

La malta melanoidin aporta cuerpo y color, pero también realza el sabor malteado de la cerveza, contribuyendo a perfiles intensos y complejos. Con un color que oscila entre 20-40 Lovibond, esta malta se utiliza para lograr una cerveza con más cuerpo y un dulzor suave, en estilos como Dunkels y cervezas ámbar.

Malta Ácida

La malta ácida, también conocida como malta acidulada, contiene ácido láctico que ayuda a ajustar el pH del mosto. Esto mejora la eficiencia de la maceración y estabiliza el sabor final de la cerveza, especialmente en estilos donde se busca un perfil ligeramente agrio o ácido, como algunas lagers alemanas y Berliner Weisse.

Malta Negra (Black Malt)

Con un color extremadamente oscuro (450-600 Lovibond), la malta negra se usa en pequeñas cantidades para agregar un color negro profundo y un sabor seco y amargo a las cervezas oscuras. Es común en porters, stouts y algunas ales oscuras, donde el carácter tostado fuerte es deseado.

Malta Biscuit

La malta Biscuit añade un sabor distintivo a pan horneado o galleta, con un color que varía entre 20-30 Lovibond. Aunque se usa en cantidades moderadas, esta malta mejora el perfil aromático y añade un carácter tostado que es perfecto para ales belgas, cervezas ámbar y brown ales.

Plantación de cebada
Campo de cebada

Cómo seleccionar las maltas adecuadas

Seleccionar las maltas adecuadas es crucial para lograr el perfil deseado en una cerveza artesanal. Cada tipo de malta aporta características específicas de color, sabor, cuerpo y aroma, que influirán directamente en el resultado final. A continuación, se ofrecen algunos consejos clave para hacer una elección informada.

Considera el estilo de cerveza

El primer paso es definir el estilo de cerveza que se desea elaborar. Por ejemplo, para cervezas ligeras y refrescantes como las pilsners o lagers, lo ideal es usar maltas claras como la malta Pilsner, que aporta un sabor limpio y una coloración ligera. En contraste, para cervezas oscuras como stouts y porters, maltas más intensas como la malta chocolate o la cebada tostada son esenciales para lograr los sabores profundos de cacao y café.

Equilibrio entre color y cuerpo

Las maltas también determinan el color y el cuerpo de la cerveza. Maltas más oscuras, como la malta Munich o la malta Negra, aportan colores ámbar y negros, además de un cuerpo más robusto. Si buscas una cerveza más ligera pero con cierto carácter, la malta Vienna es una excelente opción para estilos ámbar o cervezas con cuerpo moderado. El color que buscas te ayudará a seleccionar maltas con el rango de Lovibond adecuado.

Intensidad de sabor

Cada malta tiene un perfil de sabor distinto. Si se quiere crear una cerveza con sabores tostados y malteados, las maltas como la malta Biscuit o la malta Caramelo añaden complejidad con notas a pan, galletas, toffee y miel. Por otro lado, las maltas como la malta Ácida pueden ajustar el pH de la cerveza y proporcionar un toque agrio, ideal para estilos específicos como Berliner Weisse.

Propósito de la malta

En la elaboración de cerveza, algunas maltas se usan como base, mientras que otras son complementarias o especiales. Las maltas base, como la malta Pilsner o la malta Vienna, aportan los azúcares fermentables necesarios para la creación de alcohol, mientras que las maltas especiales, como la malta Chocolate o la malta Caramelo, se agregan en menor cantidad para influir en el sabor, color y textura sin dominar el perfil general.

Prueba y experimenta

El arte de seleccionar maltas también implica un componente experimental. A medida que ganas experiencia, puedes probar diferentes combinaciones de maltas para encontrar el equilibrio perfecto entre dulzor, amargor, cuerpo y aroma. Algunas cervezas se benefician de un toque de malta Melanoidin para añadir complejidad, mientras que otras requieren pequeñas cantidades de malta Ácida para ajustar el perfil de sabor final.

Conclusión

La elección del tipo de malta para hacer cerveza es uno de los factores más determinantes en la calidad. Cada tipo de grano, desde el base hasta los especiales, aporta características únicas que definen el color, aroma, cuerpo y sabor de la bebida.

Conocer las diferencias entre estos, permite a los cerveceros crear una gran variedad de recetas y estilos que satisfacen distintos paladares.

Al final, el arte de combinar maltas, lúpulos y otros ingredientes es lo que convierte a la cervecería artesanal en una experiencia creativa y gratificante.